Pensamos que es un concepto o un gran reto.

La definen como: “la experiencia del bienestar integral. Y ser integral es romper con los límites que nos detienen para que nuestro yo interior pueda florecer”.

Ser proveedores de nuestra propia felicidad se trata de ser auténticos y trabajar en diferentes aspectos de la vida, a la vez. De nada vale trabajar en nuestro bienestar físico, hacer ejercicios, comer bien y cuidar nuestro cuerpo, si no estamos nutriendo nuestra curiosidad intelectual o no estamos prestando atención en nuestras relaciones interpersonales o no estamos procurando experiencias emocionalmente positivas, porque todo está interconectado.

No solo para crear una vida rica en propósito, saludable, intelectualmente curiosa, interpersonalmente conectada y emocionalmente placentera. La felicidad se construye día a día de manera constante y consciente.

 

Gran parte de lo que acabas de leer lo leí hace pocos instantes y no pude evitar pensar sobre lo que acababa de leer.

  

Mi sentir y mi experiencia tienen otra tonalidad al respecto.

La felicidad es nuestra esencia infinita, es la ninfa que nos permite observar y vivir la realidad tal y como es.

Recuerdo que, en cada momento, dimensione, circunstancia o evento, sin importar la emoción que estos pudieran generar en mí, La felicidad estaba conmigo, es algo tan tangible que no puedes dejar de sentirla.

Cuando me encuentro delante a circunstancia que gracias a mis condicionamientos pasados me llevan a un estado emocional de tristeza, preocupación o dolor, es gracias a la felicidad que reconozco que vive en mí que me ha permitido elevar de manera siempre más sencilla y efectiva, esa emoción condicionada a una manifestación de la realidad mejor conocida por mí como felicidad.

Consciente que en este mundo de percepciones mi verdad no niega la tuya, gracias a la felicidad que vive en mí puedo ver tu verdad e integrarla a la mía, permitiéndome ver lo ocurrido ya no desde mi verdad, no desde la tuya sino desde la verdad más cercana a la vía a la verdad y a la vida.

Un abrazo feliz